Ofertas ilegales en internet: abusos a golpe de clic

– Más derechos para el teletrabajo

Infrasalarios, jornadas abusivas, falta de contrato laboral. Estas son algunas de las  irregularidades que se pueden encontrar en diversos anuncios de internet. En otras ocasiones los anuncios no muestran las irregularidades ni la precariedad oculta pero con una llamada o un WhatsApp el usuario puede descubrir lo que algunas ofertas de empleo esconden.

“Se busca niñera para que trabaje en mi casa de lunes a viernes de 16 a 21. Son dos niños de tres y cinco años. Salario: 300 euros al mes”.

“Buscamos estudiante en prácticas que pueda hacer convenio con la universidad. Se encargará de elaborar el plan de marketing de la empresa y de contactar con proveedores. No remunerado”.

“Restaurante busca camarero a jornada completa. Salario: 850 euros más propinas”.

Por desgracia, muchas personas se han encontrado anuncios por el estilo en diversas páginas de internet, incluidas algunas redes sociales como Facebook. Ofertas que pasan de lo precario a lo ilegal en cuanto a jornada, salario y desarrollo de funciones.

Marta es un ejemplo de este tipo de ofertas. “Cuando te pones a buscar trabajo intentas mirar en todas las páginas posibles para intentar encontrar algo con éxito y, claro, ves muchas cosas. Me han llegado a ofrecer 600 euros por ser interna en una casa”, explica a In Itinere.

Algunas de estas ofertas precarias e ilegales no se muestran directamente en los anuncios, sino a la hora de contactar con los anunciantes. Por ello, en las redes sociales se pueden leer diversas conversaciones de WhatsApp o transcripciones de conversaciones por teléfono en las que el contratador, el empresario, ofrece condiciones ilegales en una primera toma de contacto.

“También me ha pasado de ver ofertas en Internet que parecían normales y al ponerme en contacto encontrarme con condiciones ilegales. Por ejemplo , una vez me ofrecieron trabajar como dependienta de lunes a sábado desde las 9 hasta las 21 por 950 euros al mes”, explica Marta a In Itinere.

Falsos autónomos y salarios por debajo del SMI

Como Marta, Borja también se ha encontrado con ofertas ilegales en Internet. Algunas explícitas y otras en la que la precariedad se encuentra oculta, pero con la misma problemática para las y los trabajadores.

“En mi caso, me he encontrado ofertas en las que te pedían ser directamente falso autónomo. En otras en el propio anuncio te especificaban que no te iban a dar de alta en la seguridad social y que tenías que trabajar en B, con todas las inseguridades desde un punto de vista legal que eso conlleva”, lamenta.

En los grupos de Facebook también aparecen comentarios de personas que ofrecen trabajo de forma ilegal con salarios muy bajos (por debajo del salario mínimo interprofesional) con horarios, en ocasiones, abusivos y sin contrato.

“Yo me he encontrado bastantes ofertas en Facebook de menos de 500 o 600 euros al mes por una jornada completa. En mi caso, lo que más me he encontrado es en el sector cuidados, ya sea de personas mayores como de niños pequeños”, asegura Marta.

“Hay personas que regañan a los anunciantes y les explican que esos salarios no están permitidos, pero otras preguntan si el trabajo sigue disponible e, incluso, dejan sus números de teléfono en comentarios para que el anunciante les contacte. Al final, sigue habiendo necesidad”, lamenta.

Algunas ofertas precarias se pueden identificar con facilidad

Aunque existen multitud de ofertas en internet, muchas de ellas con buenas condiciones, las que llevan el sello de la precariedad se pueden llegar a identificar. En primer lugar, las más evidentes dejarán por escrito las malas condiciones de trabajo como puede ser el salario, el pago en B e incluso las jornadas abusivas.

No obstante, hay otras ofertas en las que no se dice directamente, pero que se puede identificar esa precariedad con el lenguaje empleado en el anuncio. Palabras y frases como multidisciplinar, que sepa trabajar bajo presión, que se crezca ante situaciones de presión, que no le dé importancia al horario etc. pueden ocultar ilegalidades y precariedad.

De hecho, tanto Marta como Borja añaden que “siempre que una empresa no te quiere decir las condiciones de trabajo es que algo oculta”. Borja asegura que ha ido a algunas entrevistas de primer filtrado en las que no le han dicho ni horario ni salario. “Cuando he preguntado me han dicho que no estaba cerrado y después me he encontrado unas nefastas condiciones”, lamenta.

Con todo ello, lo cierto es que la precariedad sigue existiendo en España y, en ocasiones, se encuentra oculta detrás de palabras inexistentes o, incluso, de buenas palabras.

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