![hombre en silla de ruedas](https://revistainitinere.com/wp-content/uploads/2023/12/man-in-wheelchair-cutting-fruit-2023-11-27-05-29-23-utc-scaled.jpg)
Una vida laboral corta
Qué raro me sigue resultando tener la incapacidad permanente. Tengo 35 años y mi vida laboral ya se ha acabado. Tuve un accidente por el que perdí la movilidad en las piernas y, siendo transportista, nunca podré volver a realizar mi trabajo. Mis amigos me dicen que me envidian: ¡no tener que trabajar siendo tan joven! Yo me río con ellos y bromeo: “¡Quién pillara una incapacidad permanente!”. Pero en el fondo, ellos lo saben, me frustra: estoy condenado a cobrar una prestación para siempre o, mejor dicho, a intentar sobrevivir con ella.