En 1 minuto: ¿Te gusta tu trabajo?
Ayer me paró un captador de socios a la salida del metro. Esa vez, empezó la interacción con una pregunta incómoda: “¿Te gusta tu trabajo?”. Me llamó la atención. Detuve mi marcha para subir lentamente la mirada hasta su rostro. ¿Qué le podía responder a un joven que parecía la personificación de la alegría? ¿Debía ser honesto y contarle que no puedo soportar la presión ni la carga de trabajo; que odio a mis clientes; que mi trabajo me hace infeliz? ¿Debía decirle que soy incapaz de dormirme por la noche si pienso que al día siguiente me esperan exactamente las mismas tareas? Mantuvimos la mirada unos segundos. “No, no me gusta” dije y seguí caminando sin dejar de percatarme de la respuesta de ese joven tan enérgico: “A mí tampoco”.