En 1 minuto
En mi empresa se implementó el teletrabajo con la llegada de la pandemia. Al principio estaba encantado, por fin iba a poder estar más tiempo con mi familia, y encima podría aprovechar mejor las dos horas al día que antes perdía para ir al centro de trabajo y volver a casa. Sin embargo, al poco tiempo de comenzar a teletrabajar, me di cuenta que me empezaba a desconectar una y hasta dos horas después de finalizar mi jornada. Actualmente, me dedico menos tiempo para mí que cuando iba a la oficina, mi salón es mi despacho, y soy incapaz de desconectar. Ahora, cuando estoy en casa, sigo sin saber discernir el tiempo real que trabajo al día del tiempo de ocio.