Caza a las empresas con ofertas de empleo falsas
Utilizar ofertas de trabajo falsas constituye un delito de estafa agravada, además de un delito contra los derechos laborales. Así lo sentencia el Tribunal Supremo, que considera que el trabajo “es un bien de primera necesidad” y condena a seis años y medio de prisión a un empresario que simuló durante la crisis de la pandemia haber creado una cooperativa de transporte, ofertando empleo a numerosas personas en paro y haciéndoles firmar un contrato falso para vulnerar sus derechos laborales.
Las personas afectadas se encontraban en clara vulnerabilidad, ya que la mayoría eran desempleadas de larga duración y en edad de tener muchas dificultades para encontrar un trabajo. Por eso, el Tribunal Supremo le aplica la condena de agravante en la estafa y confirma así una sentencia que tiene que acabar con estas prácticas fraudulentas y denigratorias para las personas más necesitadas y con menos recursos.