La cuesta de septiembre

La llegada de septiembre, con temperaturas más suaves y oportunidades laborales a la vuelta de vacaciones en las empresas, trae también el comienzo de una empinada caída para muchos españoles que ya rascan en el fondo de sus bolsillos.

Mateo, con dos hijos, separado y un   salario   muy   ajustado, ha vivido agosto como una yincana. Es de los afortunados que tiene una casa familiar en el pueblo y en la playa y “ha podido gastar lo mínimo”. Sabe que septiembre es un mes duro y se ha preparado para ello, sin embargo este año puede ser insuficiente. Los libros escolares, el comedor, la ropa y las actividades extraescolares son un escollo difícil de superar.

En su informe sobre el coste de la crianza, Save The Children ha reflejado un incremento de entre un 9,7 y un 16,1% anual en el coste por hijo entre 2018 y 2022. Organizaciones de consumidores como la OCU alertan de un pico de gasto en las familias en septiembre.

escuela

En su encuesta sobre el gasto escolar de 2022-2023 establecieron un desembolso específico de 700 euros por hijo para el mes de septiembre. Esta presión sobre las familias se suma en 2023 al incremento del IPC del 2,3%.

Para familias como la de Mateo con dos hijos estos costes se disparan.

Llena el congelador antes de septiembre

La llegada de septiembre pone a prueba la capacidad de las familias para llenar la nevera. Jorge (nombre ficticio), es agricultor y carnicero en una cadena de supermercados. “Llena el congelador antes de septiembre”, aconseja a sus clientes en una gran superficie de Madrid.

La corriente inflacionista de los alimentos está provocada por múltiples factores como el cambio climático, que se traduce en sequía continuada, y la guerra de Ucrania, que enmascaran una subida injustificada de los precios de los productos muy por encima del incremento de coste real que sostienen las empresas. La inflación media de los productos básicos se establece entre un 14,6 y un 30% según el INE, sacando de esa media los aceites cuya inflación media alcanza un terrorífico 64,6%.

La inflación media de los productos básicos se establecee entre un 14,6 y un 30% según el INE

“Lo que antes te costaba un euro ahora te cuesta euro y medio”, asegura Matilde, una recién jubilada que tiene que mirar al céntimo la cesta de la compra. “Yo llenaba la nevera para mi sola por unos 30/40 euros a la semana. Te estoy hablando de un pollo entero, un par de piezas de pescado, algo de fruta y verdura, huevos y un poco de queso. Ahora por ese precio es impensable, casi tienes que reducirlo a la mitad”, lamenta.

Además asegura que tiene compañeras que reducen la calidad de la cesta para poder comprar. “En mi entorno hay gente que ha tenido que renunciar a determinados alimentos,   sin   ser   un lujo, porque como todo ha subido es muy complicado comprar ciertas cosas”, asegura a In Itenere.

Un mes difícil para conseguir una vivienda

La inflación se ceba también con jóvenes que buscan vivienda. El incremento en el conjunto de España del precio del alquiler llega al 7,2%. En Madrid y Cataluña este aumento alcanza entre un 10 y un 15%. Para los estudiantes que migran a estas comunidades, septiembre es un mes especialmente vulnerable por la urgencia de conseguir una vivienda.

El incremento del precio del alquiler en Madrid y Cataluña alcanza entre un 10 y un 15%

Ante unos precios desorbitados estos jóvenes acaban optando por una habitación en un piso compartido puesto que no pueden permitirse una vivienda para ellos solos. Y para aquellas personas que quieren comprar su primera vivienda septiembre se plantea como un mes demasiado complicado.

En un vistazo rápido por las más conocidas páginas de alquiler en España, en zonas alejadas del centro de Madrid y Barcelona es complicado   encontrar una habitación por menos de 350 euros mensuales (gastos aparte).

Creo que voy a estar comiendo arroz mes y medio para llegar a fin de mes

“Yo pago 420 euros al mes por una habitación en Vallecas (Madrid) y temo la cuesta de septiembre. Me he ido ocho días de vacaciones con mi mejor amiga en un carro tienda y creo que voy a estar comiendo arroz mes y medio para poder llegar a fin de mes”, confiesa Elena, una joven de 27 años.

La cuesta de septiembre es una realidad para muchas personas en este país y, por desgracia, esto   no   sólo   afecta   a las personas que se han ido unos días de vacaciones a desconectar (con los múltiples beneficios que eso conlleva) sino que también lo es para ese 26% de trabajadores y trabajadoras que no han podido permitirse ni una semana de vacaciones este año.

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