La COVID persistente, un problema social, sanitario y económico

Personas que han pasado la enfermedad vuelven a presentar síntomas que les impiden trabajar con normalidad

Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la COVID persistente dificulta trabajar al 46% de los afectados, que aún están de baja o trabajan “con mucha dificultad”. Solo el 15,6% de los afectados trabaja “en condiciones de normalidad”.

Se trata de personas que han pasado la enfermedad y tienen síntomas tiempo después, que aparecen y desaparecen, incapacitando a estas personas para poder realizar una vida normal y, por supuesto, de trabajar. Conforman el 10% de la población que ha sufrido la infección y se enfrentan a la incomprensión de la sociedad con una problemática que es necesaria resolver de manera urgente desde el punto de vista sanitario, ya que aún no está satisfecha en la actualidad con los recursos del sistema y está produciendo un gran daño tanto social como económico. 

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