Esta esclavitud moderna está presente en todos los países y en muchas ocasiones está perpetrada por los propios Estados, que dejan a las víctimas y a sus familias sin recursos y en situación de extrema vulnerabilidad.
Mejorar y hacer cumplir las leyes y las inspecciones de trabajo; poner fin al trabajo forzoso impuesto por el Estado; ampliar la protección social o abordar el mayor riesgo de trata y trabajo forzoso para los trabajadores y trabajadoras migrantes suponen algunas de las medidas que se deben implementar para acabar con la esclavitud moderna.