Más de dos años después de que entrara en vigor la Ley de Protección Animal, en 2023, las comunidades autónomas continúan sin haber desarrollado protocolos de emergencia pensados para poner a salvo a los animales domésticos ante desastres naturales. Los incendios que han asolado España durante las últimas semanas han puesto en evidencia la necesidad de que veterinarios y animalistas actúen sobre el terreno en episodios como incendios, inundaciones, terremotos o erupciones volcánicas.
Por ahora, únicamente las Islas Canarias cuentan con un plan con directrices para los animales que se vean afectados ante estas situaciones. Éste se elaboró después de los incendios forestales que tuvieron lugar en 2017 y 2019 en Gran Canaria y la erupción del volcán de La Palma en 2021.
En un trabajo conjunto de los colegios de veterinarios de las islas y la administración autonómica, se elaboró un protocolo para la evacuación de animales de compañía frente a emergencias de cualquier índole. En octubre de 2022, la Consejería de Administraciones Públicas canaria incluyó en su plan de emergencias tanto a los animales silvestres como los de compañía y de explotaciones ganaderas.
Los expertos citados por el diario El País coinciden en que, entre los aspectos fundamentales que debería incorporar un protocolo de emergencias, destacan: un listado de contactos con equipos especializados que puedan intervenir; que existan medios y materiales adecuados con los que se pueda contar y, dependiendo del tipo de emergencia, saber a qué lugar seguro se podría trasladar a los animales.