Según el Estudio del Perfil del comprador 2025 elaborado por la Federación de Agencias Inmobiliarias (FAI), de las más de 600.000 viviendas que se vendieron en 2024, un 57,1% fueron destinadas a comprar una primera vivienda, un 24% a la inversión y el 18% a la segunda residencia.
Los datos del informe subrayan que casi la mitad de los compradores (un 48,8%) son propietarios que cambian de vivienda, un 25,8% son inquilinos que deciden comprar y un 25,4% personas que se emancipan, es decir, que adquieren su primera vivienda.
La FAI señala que la edad media de compra se sitúa en los 41,8 años, el precio más demandado se sitúa entre los 150.000 y 250.000 euros y el tamaño medio de la vivienda es de 88,7 metros cuadrados, lo que refleja un interés por inmuebles de dimensiones familiares.
Con relación a los datos de 2025, el estudio muestra un claro aumento del peso de las personas jurídicas que adquieren vivienda. En los últimos tres años, el porcentaje de operaciones de empresas se ha duplicado, aunque según FAI sigue siendo residual y pasa del 2,8% al 5,3%.
Desde la Federación de Agencias Inmobiliarias indican que no estamos ante una burbuja hipotecaria o financiera, sino ante una burbuja inmobiliaria debida a la falta de oferta y el desequilibrio del mercado. Una realidad, apuntan, que se ha convertido en un factor de desigualdad social que pone en riesgo el desarrollo de las próximas generaciones.





