Bulos sobre incendios forestales

Cada verano, los incendios forestales son protagonistas y, junto a ellos, proliferan bulos que generan alarma. Desmontamos las falsedades más comunes y explicamos qué hay de cierto detrás de ellas.

«Los incendios son provocados con fines lucrativos para construir placas solares y molinos, o para urbanizar»

FALSO

El artículo 50 de la Ley de Montes prohíbe el cambio de uso forestal de los terrenos afectados al menos durante 30 años. La legislación tampoco permite ninguna actividad que sea incompatible con la regeneración de la cubierta vegetal de las áreas afectadas. Por lo tanto, durante ese periodo de tiempo estos terrenos no pueden usarse ni con fines urbanísticos ni para potenciar la expansión de las energías renovables.

La reforma de la Ley de Montes de 2015 solo incluye una excepción a la prohibición de recalificar estos terrenos: la existencia de razones prevalentes de interés público de primer orden. Pero, incluso en ese caso, deben adoptarse medidas que aseguren la recuperación del terreno.

«Hay una trama criminal y organizada que produce los incendios»

FALSO

Los informes de la Fiscalía sobre los incendios de 2006 y 2017 descartaron, ante la falta de evidencia, la existencia de organizaciones criminales o terroristas que se dedicasen a provocar fuego en los montes. Se detectó intencionalidad individual, descuidos, mala gestión forestal o negligencias vinculadas al medio rural, pero sin que exista una organización detrás. Es decir, la mayoría de incendios nacen de errores, descuidos, abandono rural o escasa prevención. En 2023 y según datos de la Fiscalía, un 68% de los incendios fueron provocados por negligencia, mientras que solo el 19% fueron intencionados.

«La mayoría de incendios forestales son provocados por pirómanos»

FALSO

La piromanía es un trastorno mental que puede ser diagnosticado y está detrás de una fracción mínima de los incendios forestales. No debe confundirse con la figura del incendiario, que provoca incendios para sacar rédito económico o causar daño. Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, entre 2006 y 2015 solo un 7,7% de las motivaciones de incendios intencionados se basaron en la acción de una persona pirómana. Las motivaciones mayoritarias fueron la quema agrícola ilegal (37,85%) y la quema para regeneración de pastos (29,99%).

Manos sobre un portátil

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«La Agenda 2030 no deja limpiar los montes y favorece la proliferación de incendios»

FALSO

La Agenda 2030 no prohíbe limpiar montes ni tampoco dificulta o impide la gestión de superficies forestales. Se trata de un compromiso global y un plan de acción que abarca 193 países, pero no funciona como una ley. Aunque marca objetivos generales en materia de sostenibilidad, no se encarga de regular ámbitos concretos como el cuidado de masas forestales. En España, es la Ley de Montes la que obliga a la limpieza de los montes para prevenir incendios y conservar el entorno.

«La culpa de los incendios es del eucalipto»

FALSO

El eucalipto desprende aceites inflamables y hojarasca que hacen que arda con mayor facilidad, pero eso no quiere decir que sea una de las grandes causas de los incendios forestales. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, la inflamabilidad no depende de la especie, sino de su estructura, la cantidad y la forma en que se organiza la biomasa. Es decir, de la gestión que se haga de las masas de eucalipto que hay en España; de su condición de monocultivo, su extensión y continuidad; o de si están o no abandonadas, entre otros factores.

«Los coches eléctricos son más propensos a provocar incendios»

FALSO

Los incendios iniciados por coches eléctricos no son más frecuentes que los provocados por vehículos de diésel o gasolina. Aunque sí es cierto que el fuego que generan es más difícil de apagar, debido a la naturaleza de sus baterías.

Extinción de incendios

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«Los bomberos deberían trabajar solo en verano»

FALSO

Aunque la mayoría de incendios forestales son más frecuentes en verano, los bomberos deben trabajar el resto del año para prevenir el fuego, conseguir una mejor gestión de la masa forestal y limpiar en profundidad los montes o zonas abandonadas. Para lograrlo, se necesita mejorar las condiciones laborales del cuerpo de bomberos, acabar con la temporalidad del sector y reforzar las plantillas durante los doce meses del año, no solo en el periodo estival.

«Los incendios intencionados no están lo suficientemente penados por ley»

FALSO

La legislación española ya establece penas de cárcel severas para quienes provocan incendios. Si el fuego no supone un peligro para la vida o integridad física de las personas, la pena es de 1 a 5 años de prisión y una multa de 12 a 18 meses. Si el incendio constituye un peligro para las personas, la pena de prisión es de 10 a 20 años y una multa de 12 a 24 meses.

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Incendio, Medio ambiente
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