El 47. Un hombre. Un autobús. El destino de un barrio
El 47, la película de Manuel Barrena se ha convertido ya en una de las películas del año. El largometraje obtuvo 14 nominaciones y se alzó con cinco estatuillas en los Premios Goya 2025. Entre ellos, consiguió el premio exaquo a Mejor Película, que compartió con La Infiltrada.
Esta película narra la historia de una lucha, pero no solo se queda ahí. La vida de Manolo Vital, su protagonista, nos cuenta mucho más. Una vida marcada por la migración, de quien dejó su tierra natal, Extremadura, para buscar un futuro más próspero cerca de la gran ciudad.
Barcelona era entonces una ciudad todavía marcada por el franquismo. Expulsaba a las personas que llegaban desde otros puntos de España a los suburbios. Pero estos barrios cambiaron para siempre gracias a la lucha vecinal y de las personas trabajadoras, que marcaron el presente y el futuro de la ciudad Condal.

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Mientras las instituciones se empeñaban en su negativa a que los autobuses de línea de la empresa municipal de transportes, no llegaran a Torre Baró, el barrio que construyeron multitud de personas trabajadoras con sus propias manos, Manolo Vital más aumentaba su afán de conseguir su objetivo.
Sin cejar en su empeño, Manolo Vital decidió desmontar la mentira que repetía el Ayuntamiento sobre que los autobuses no podían subir las cuestas de su distrito. Y lo hizo de frente: se adueñó del bus de línea que conducía, el 47, y lo subió hasta su barrio. Un acto de desobediencia convertido en toda una hazaña que cambió Barcelona para siempre.